Sensorial 2020
Tinta sobre papel + Intervención digital
En esta obra aparecen temas como las relaciones de amistad, las diferentes formas que adopta el cariño, la experiencia del amor y sus intensidades, la expresión de la ternura, y el surgimiento del deseo.También aborda los aspectos más complejos y espinosos de la vida emocional, como las ansiedades e inseguridades que produce la aceptación social, las confusiones que generan los cambios de humor, el peso y la carga de las emociones negativas, y las ambivalencias de la autoestima.


Vanessa Karin representa el afecto, el amor y el deseo entre mujeres adolescentes—acaso escolares—, evocando el rapto del encuentro erótico-romántico ubicando a sus personajes en escenarios irreales, fuera de todo tiempo y lugar ordinario (que localmente sería el de la homofobia). Es por ello que la artista representa cielos estrellados, nubes flotantes, dispersiones florales y patrones de diseño abstractos, fuera de un contexto definido. Aquí, las obras sugieren menos una historia que una vivencia; importa menos un relato particular y lo específico de sus anécdotas que la poética de las emociones sugerida por sus figuras, por los detalles de sus gestos, sus modos de interactuar, y por los elementos y los accesorios que las acompañan.

Encara la pregunta por las maneras en que construimos, cuestionamos y reconfiguramos nuestra subjetividad. Una tarea a la que las personas que nos vemos arrojadas y que emprendemos de maneras contrapuestas, tanto acogiendo como resistiendo modelos identitarios, opciones estéticas, modos de vida, roles comportamentales, posturas discursivas y formas culturales, en la búsqueda de algo a lo que llamar “yo”: algo tan radicalmente propio como una autodefinición y tan extremadamente ajeno como una representación que solo puede ser cotejada por el otro.

Extracto del texto curatorial escrito por Max Hernandez